jueves, 25 de agosto de 2011

2011-08-25 Encuentro con Angel


Tras unos días de inactividad, por fin he podido volver a montarme un rato en la bici.

Hoy tenía varios objetivos: probar los platos, casette y cadena nueva, quemar toxinas y explorar la zona de Cerdanyola. Por eso había declinado una invitación de Tomás para salir juntos, así que con el GPS cargado me he dispuesto a seguir mi plan como siempre.

Tras las primeras cuestas ya tenía claro el tema del cambio: el casette perfecto, el plato mediano perfecto... pero el plato pequeño un desastre: cuando engranaba las 3 o 4 marchas de la izquierda perfecto, pero cuando pasaba de ahí, me rozaba la cadena en el desviador. Ruido molesto así que la única solución ha sido tirar del plato mediano. Me ha sorprendido que no me ha costado más moverlo y me he notado más ágil llaneando como era previsible. Sigue faltando el plato grande pero puedes tirar más que con un plato mediano de 32.

Pero cuando empezaba a enfilar hacia can Coll vía Flor de Maig, me quedo parado y veo que está ahí Ángel !!! pero si vives en Barcelona... ah si! que has venido a ver a tus padres... oye pues vamos juntos...Ángel últimamente no puede correr como solía así que está probando lo de la bici. Es un buen amigo. Lleva una boomberang realmente horrorosa (no te enfades, eh?). A lo mejor se la cambia pero yo le he aconsejado que primero ruede con esta unos días para saber mejor lo que quiere. En fin, el segundo objetivo del día de purgar toxinas en solitario, pues también al garete, pero no pasa nada porqué la compañía es muy grata.

Bajando hacía Flor de Maig por una trialera muy cortita, veo con alegría que la bajo casi del tirón (recuerdo la primera vez que pasé por allí con una salida en grupo, que las pasé canutillas), pero también veo que la bici de Ángel no le permite experimentos y además no es fácil bajar por trialera para alguien que no lo hace nunca, así que perdidos al río, renuncio al tercer objetivo del día de explorar caminos y hacemos una ruta hacía el Cementerio de Collserola, dado que a Ángel le gusta correr y vive en el "lado Besós" de Barcelona. Hacemos un par de paradas, para enseñarle un hoyo enorme junto al camino en las raices de los árboles y también nos pareamos en la verja de Can Catá, que ya ha cerrado. Alucino que aunque yo vaya delante y a pesar de la bici, y a pesar de que sale poco en bici, y a pesar de que Angel que va sin agua, aguanta perfectamente todo el recorrido. En Can Coll tampoco quiere beber.

He calculado un poco mal la hora y llegamos a las 9.15, casi con noche cerrada. Esto complica los últimos tramos, pero al final llegamos sin incidencias. Al final han salido 18,5 km / 380 m. acumulados y dos horas de ruta con 15 min de paradas. Creo que Ángel se lo ha pasado bien y está contento porqué la lesión que le impide correr no le ha afectado. Objetivo cumplido, y es que no hay nada como tener un buen plan.

Lo único que me ha sobrado es un grupo de 10 "sobrados" que nos hemos cruzado volviendo, ya sabéis, de esos que van a tope trazando de lado a lado de la pista, como si estuvieran solos o la pista fuera suya.


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